martes, 31 de mayo de 2011

En territorio de osos

Viernes 27 de Mayo de 2011

Desde el habitáculo o litera de abajo del camarote 212 del Jan Mayen, lugar desde el que suelo escribir este diario a altas horas de “la noche”  recreo lo vivido en el día (interminable y memorable como los anteriores).
El cansancio empieza a hacer mella en mí así que voy a intentar cuidarme para no acabar bajo mínimos.
Hoy parecía que no iba a ser un duro día de trabajo pero como hemos hecho un par de excursiones la jornada se ha alargado hasta más de medianoche.
No he hablado (digo escrito) mucho de las personas con las que comparto esta aventura: codo con codo en el laboratorio somos cinco (Lara, Johnna, Íñigo, Inés y yo); ¡las risas, la ayuda y el buen ambiente no faltan!
Además en el barco están Carlos y Paul (ambos investigadores y directores de la campaña Arctic Tipping Points en la que estamos inmersos).
Hay otro científico pero no está haciendo trabajo de laboratorio ni ningún experimento aunque es realmente agradable (y tranquilo como todos los noruegos).
En el grupo de Comunicación (o como nosotros los supuestos científicos les llamamos: los artistas) está una escritora-periodista sueca encantadora (cuenta la leyenda que a su madre se la comió un oso... ¡pobre!), una periodista noruega que se hace llamar Polar Artist y que es bastante antipática, un fotógrafo noruego y un periodista también noruego de un diario nacional que nos va a sacar esta semana en una foto muestreando la roseta (aún no me he conseguido enterar del extraño nombre del periódico). También nos acompaña Sara, de la Ser, encantadora; Almudena, la compañera de Inés y mía de camarote, escribe un blog en Quo (hoy nos ha estado leyendo lo que había escrito sobre nuestros experimentos), Ainhoa y César, directora y cámara del departamento de comunicación del CSIC respectivamente, ambos dicharacheros; Tom Fernández, director de cine (escribe un blog para Público, hoy creo que estaba escribiendo sobre nosotros y nos ha hecho un par de fotos), tiene un humor genial; Luis Resines, encantador escritor de cómic; Miquel Alcaráz, gran dibujante; Joan Costa, excelente fotógrafo y Javier Reverte, escritor y periodista que como persona es crítico, observador, amable y entretenido.
Por otro lado está la tripulación del barco con los que cada día nos llevamos mejor. Están: Hans, el CTDero; Bente (alias Rambo), la mujer que se ocupa de mantener el barco y sobretodo la cocina limpia y ordenada (hemos aprendido las normas a base de sus regañinas y carteles pero también nos dedica sonrisas); el cocinero y otros marineros que realizan las maniobras para coger muestras del mar (tirar la roseta o redes de pesca y recogerlas, nos llevan en zodiac cuando bajamos del barco y nos consiguen todo lo que se nos ocurre pedirles de bricolaje para nuestros experimentos). El capitán se deja ver poco.
Hoy hemos trabajado mucho, sí; pero también, bajo una débil y preciosa nevada, hemos bajado del barco dos veces para visitar un asentamiento, el glaciar Magdalena y la isla Amsterdam. Lugares bellos, llenos de nieve perfecta e historias increíbles.
La zodiac a todo motor sorteando bloques de hielo de un perfecto azul (debido a la compactación previa en glaciares y posterior caída al mar) modelados por el agua y el viento.
Tres morsas gigantes a las que hemos visto muy de cerca al ir a molestarlas cuando estaban echándose la siesta sobre la nieve en Magdalena.
Muestreo cantarín con jeringa voladora que andará ahora camino de Groenlandia. Guerras y huellas en la nieve. Un montón de fotos. Y la sensación de estar en el lugar más mágico del planeta (que no el más bonito, que of course es Sigüenza city y alrededores).
Rumbo a Ny Alesund, viento en popa, con buena mar y mucho cansancio me dejo dormir por el mecer de las olas del Océano Glacial Ártico (sobre aguas Atlánticas de entrada). Habiendo sobrepasado los 80 grados norte hace escasos minutos…¡Hasta mañana!


Sábado 28 de Mayo de 2011

Hoy parecía que iba a ser nuestro día más “relax” pero no hemos parado ni un segundo.
La mañana empezó con uno de los llamados “síndromes del embarcado” que se resume en que al cansancio acumulado de los científicos y el relativo aburrimiento de algunos de los “artistas” se unió una especie de melancolía generalizada.
Yo, mientras registraba en el ordenador los datos de las estaciones (CTDs) del día anterior decidí no sé si combatirlo o alimentarlo escuchando las melodías de Johnny BeStone a las que siguieron un repertorio de energizante rock vasco cortesía de Íñigo (bilbaíno de pro).
En el laboratorio siempre estamos con música y sino cantando; pues, para hacer trabajo mecánico como etiquetar muestras, fijarlas o medir oxígeno, siempre es de agradecer tener una Alanis Morrisette, un Neil Young, Pearl Jam, la música brasileña de Lara y la Happy setentera americana de Johnna de fondo.
Hoy el barco se ha abierto paso entre el hielo “a base de empujones”; increíble ver y escuchar el crujir de las placas de más de 4 metros de espesor al romperse cerca de la Marginal Ice Zone. Es el día que más al norte hemos estado, sobrepasando con creces los 80 grados de latitud norte.
Antes de comer hemos subido a Proa, a la cubierta número cinco del Jan Mayen, para contemplar tal espectáculo y la sorpresa ha sido que un oso polar joven, movido por su hambre, curiosidad y ganas de jugueteo ha venido saltando de placa en placa hasta la base del barco para saludarnos. En cubierta sólo se oía el clic clic de las fotos que todos le hacíamos mientras él posaba igual o mejor que la Schiffer.
Antes de la llamada para comer nos han rodeado un par de pequeñas ballenas de las que no ha quedado constancia fotográfica pero si un buen recuerdo (Inés y yo hemos sido las primeras en avistar a escasos metros del casco del barco primero la gran boca y luego una pequeña aleta dorsal negra de una de ellas).
Después de comer, sentadas en uno de los sofás de cuero rojo del salón-comedor, Johnna y yo hemos preparado a contrarreloj las diapositivas de la presentación que ante casi todos los participantes del “crucero” hemos realizado, junto con Inés, a eso de las cinco de la tarde. Al principio el inglés no fluía, pero luego ha resultado ser un éxito y hemos recibido felicitaciones.
Igual que ayer Tom Fernández nos hizo unas preguntas para el blog que realiza en Público, hoy ha sido Sara para la Ser la que nos ha entrevistado.
Entre todas mis tareas del día he muestreado tres Rosetas, una de ellas bajo la atenta mirada de la cámara de César, que intenta no perder detalle.
La comida y la cena han sido menos apetitosas o apetecibles de lo habitual pero vamos probando los alimentos y platos típicamente noruegos, que a pesar de tanto subir y bajar escaleras del laboratorio a cubierta, de allí al comedor, de la sala del CTD a la de Instrumentos…¡nos tienen bien alimentados!
Por la tarde Javier M. Reverte, encantador como siempre, nos hizo compañía un rato en el laboratorio hablándonos de los futuros viajes y vivencias que tiene en mente y que seguro le llevaran a gestar libros maravillosos.
Luís va cogiendo ideas para su comic mientras Miquel y Joan nos enseñan todos los “bichillos” que han capturado con una red y que se disponen a dibujar y fotografiar respectivamente.
Casi todos los participantes en esta expedición y los marineros se han reunido para ver ganar al Barça la final de la Champions, mientras Lara, Johnna y yo no hemos dejado de trabajar en el sótano, donde se sitúan nuestros laboratorios.
Yo he estado desde las 21 horas ayudando a Inés con sus winklers (botellas en las que se mide oxígeno para estimar el metabolismo del plancton) y tomar las casi 500 medidas nos ha llevado cuatro horas, tras las cuales y habiendo dejado todo listo para muestrear mañana, hemos salido a cubierta a disfrutar con Johnna y Lara de un mar en calma sobre el que navegamos rápido.
En el barco está prohibido el alcohol y añoramos alguna que otra cervecita para celebrar el fin de jornada así que una sin alcohol que le ha dado Hans (mi amigo el CTDero) a Lara, aunque calentuza la hemos compartido entre tres y nos ha sabido a gloria.
Cerca de las 2 de la madrugada, sobre la calmada lámina de agua se reflejaban las nubes grises que empiezan a descargar perfectos copos de nieve bajo una luz de película.
Con el mar en calma y con un menor número de choques contra icebergs (que resuenan y hacen tambalearse todo el barco) me voy a dormir; pensando en descansar al máximo estas cuatro horas que me separan de la jornada de mañana. En la que esperamos llegar a Ny Alesund para volver a coger agua de glaciar necesaria para la segunda parte de nuestro experimento; también esperamos muestrear una pila de variables en él (yo concretamente todas mis muestras finales de Calcificación), alguna que otra Roseta y quién sabe cuántas más fotos haremos. Seguro que todo ello dejando atrás melancolías, entre música y risas.
Viento en Popa a toda máquina rumbo sur hacia las Svalbards se hace de noche en el camarote pero no ahí fuera, donde siempre luce el día.


Domingo 29 de Mayo de 2011

Hoy he pasado el mayor frío de mi vida pues no es baladí pasar cuatro horas muestreando en cubierta con una sensación térmica que debido al frío viento debía rondar los 20 grados bajo cero (igual exagero un poco pero no demasiado). ¡Mi equipamiento Decathlon me ha salvado dedos de manos y pies de la pérdida por congelación!
Del frío tomando muestras ha quedado constancia gracias a una foto de Ainhoa (la cual no ha aguantado el frío más de lo necesario para darle al botón de la cámara) supongo que serán perfectamente perceptibles las narices de Johnna y mía en un rojizo estado de congelación. 
Muestreando alone una de las rosetas de la jornada me ha estado grabando César, que seguro luego monta unos videos preciosos. Espero que sea capaz de mostrar al mundo la inmensa belleza y debilidad de lo que nos rodea.
Además el día ha dado de sí para compartir conversaciones trascendentales, hablar de los síndromes del “encierro” (no el Pamplonica sino el que se refiere al enclaustramiento que sufrimos abordo) e incluso ¡hacer terapia de grupo!
Me gusta escuchar la voz y la risa de Sara, observar a la crazy Polar Artist, canturrear a anytime cualquier tipo de melodía. Me voy acostumbrando a las broncas de Rambo (Bente, la marinera que vigila, limpia y ordena) aún no entiende que si no llegamos al turno de comida estrictamente establecido by herself es porque estamos haciendo trabajo de laboratorio que no puede quedar a medias.
En lo “laboral” hoy he tomado y preparado para medir en Tromsø mis primeras muestras de calcificación. Ando aprendiendo dos polos de una misma moneda: peligrosidad y utilidad de la radioactividad.
Nos informan que hoy salimos en los medios. Gracias al blog de Tom Fernández en el diario Público ¡parece que seguntinizo un poco el Ártico!
Por otro lado reflexiono, es duro esto de sumergirse en una campaña pero, sin lugar a duda, es enriquecedor y por supuesto el entorno es alucinante (no me canso de dejarme deslumbrar). Además, salir del laboratorio después de 18 horas trabajando y ver el sol no tiene precio (ni en coronas noruegas, ni en euros ni nada).
Aún no hemos llegado a Ny Alesund y la jornada ha dado de sí para acabar con una rodilla destrozada y la espalda contracturada.
El gran volumen de trabajo nos hace perdernos una ballena y para mañana nos toca desmontar el experimento y prepara el siguiente; ¡espero que esto no nos haga perdernos más maravillas!
Me acuesto pensando en la rica cena Mexicana, disfrutada al máximo.
Me da por pensar en el valor de una sonrisa y el añoro de un abrazo. 2:44; ¡a dormir! ¿Mañana siesta? ¿ó quizá paseo y shopping por NorthSvalbard?


Lunes 30 de Mayo de 2011

Pues al fin llegamos hoy a Ny Alesund, un pueblecito dedicado íntegramente a la ciencia.
Hemos trabajado, desembarcado para verlo, vuelto a subir al barco para seguir trabajando, comer, terminar el tratamiento previo a la medida de “mis” muestras de calcificación…
A lo largo del día hemos desmontado el experimento y recogido el agua (de mar y glaciar) para empezar mañana uno nuevo (like the song: the world starts another round); esto ha hecho posible que diéramos un paseo precioso por el entorno de Ny Alesund (después de arrasar en la tiendecilla del pueblo) hasta un río de escorrentía de glaciar en el que casi me caigo de cabeza (por suerte ha sido sólo el amago) y del que finalmente no usaremos el agua; las vistas desde allí eran realmente fantásticas.
El barco se mueve rumbo sur, dirección Longyearbyen, donde mañana desembarcaran la mayoría de nuestros compañeros de viaje. Esto ha hecho que hoy todos presentáramos un documento a modo de conclusión. Entre los cinco habitantes del submundo (los laboratorios) hemos preparado un gracioso vídeo; una metáfora mental de lo que para nosotros significan los Tipping Points y cómo cuando el cansancio hace cruzar el tipping point de la locura y comienza el desvarío (en este caso bailando bajo la atenta mirada de una cámara indiscreta); hemos querido terminar con un mensaje positivo (que no queremos que los artistas se nos tiren por la borda pensando que el Cambio Global es irreversible)…maybe it’s not too late to realize!
El vídeo que ha mostrado César era emotivo y bello, divertido y reflexivo el dibujo de Luís de “El Oso de Troya”, breve pero certera la reflexión de Tom, intenso y didáctico el divagar de Ainhoa y Carlos, bonita ilustración la de Miquel... algunas conclusiones me las he perdido al tener que compaginar el meeting con el muestreo de una roseta (la primera de tres nocturnas que hemos realizado hoy).
Digo (bueno, escribo) nocturnas porque nos han ocupado las horas previas a la media noche pero me voy a dormir (hoy un poquito antes que el resto de días) contemplando un espectacular sol que baila en círculos sobre el horizonte. Lo disfruto pues aún faltan días para que Clara vuelva a ver la Luna.
 

viernes, 27 de mayo de 2011

Un paseo sobre el hielo


Miércoles 25 de Mayo de 2011

Amanecemos con mucho sueño (como todos los días) y con “un poco” de fuerte marejada que se resume en que a la hora de comer la gran mayoría de los tripulantes ha tenido que tomar Biodramina, dormir o pasar un mal rato de mareos y vaivenes.
Yo soy de las pocas que continúo con el ritmo habitual de trabajo; por suerte y por ahora, la danza del Jan Mayen no me marea, no es que no lo note pero lo sobrellevo sin problemas (grata sorpresa con lo dada que soy yo a las bajadas de tensión matutinas).
El día, cargado de trabajo en el laboratorio, finaliza con nuestro experimento montado en la cubierta más alta de Popa; funcionando aparentemente bien.
Para ello hemos participado en la recogida de agua de cuatro rosetas (2 para las estaciones habituales en las que muestreamos carbono disuelto a distintas profundidades y 2 para obtener agua de mar a 18 metros de profundidad, es decir, por debajo de la Picnoclina (para que haya plancton), para simular las condiciones de descarga de agua de deshielo al Océano Ártico que requiere nuestro experimento).
Hoy, hemos navegado sobre aguas de más de 3000 metros de profundidad; atravesando parcialmente el Estrecho de Fram con rumbo norte-noroeste. Aún no hemos llegado a la “frontera” con la superficie de hielo marino (la Marginal Ice Zone) pero el fin del Set Up de nuestro experimento en cubierta ha coincidido con el momento en el que el Jan Mayen comenzaba a atravesar un campo de Icebergs (bello, dinámico y frágil) entre los que el barco se abría camino “a empujones” sin desviar rumbo ni aminorar la marcha.
 Hoy he tomado mis primeras muestras de Calcificación del Océano Ártico; entre otras muchas cosas. Echar tantas horas de laboratorio es lo que tiene de bueno, que coges mucha práctica, agudizas el ingenio para resolver los contratiempos experimentales y aprendes-adquieres grandes conocimientos.
Mañana, acercándonos a los 80 grados Norte (a 10 grados de latitud del centro del Polo Norte), tomaremos un montón de muestras de las 18 botellas que componen el experimento de cubierta; el cual consiste en 2 tratamientos (Carbono Orgánico Disuelto y Temperatura) y 3 réplicas. También haremos otras dos estaciones de muestreo y algunas otras cosas así que me dejo mecer por el barco.
Hoy el frío se ha hecho notar y nos ha calado hasta los huesos. Ahora es la 1:39, ya del jueves 26; me duermo. Fuera está nevando de día sobre un barco noruego que surca un importante océano (el Ártico) observando evidencias de cambios bruscos en un ecosistema extremadamente bello y delicado (si pudiera adjuntar la foto del campo de icebergs bajo nubes grises y radiante sol a las 9:30 de la noche, se percibiría con creces lo efímero y deslumbrante que es el Círculo Polar).

Jueves 26 de Mayo de 2011
  Experimento en funcionamiento. Mientras muestreamos los tres tanques de temperatura instalados en cubierta aparece un bebe foca a saludarnos. Corre el aire y la jeringa de muestreo decide fallar para que disfrutemos la congelación. Por suerte somos cuatro muestreando (Lara, Johnna, Inés y yo) así que pronto volvemos al cálido laboratorio a seguir trabajando allí.
Por la tarde he sido la encargada de decidir a que profundidades cogía agua la roseta, que ha bajado hasta 2000 metros trayéndonos de allí y de toda la columna de agua muestras de 5 litros a distintas profundidades.
A pesar del trabajo y de una reunión un tanto estresante en el puente de mandos después de cenar (en la cual hemos estado concretando detalles de la segunda campaña en la que embarcaré con Inés y un montón de científicos noruegos y estadounidenses el próximo mes) el día ha merecido la pena. Ahora ha salido el sol después de neviznar todo el día pero sin duda lo mejor de todo ha sido bajar en grúa desde el barco para hacernos fotos, sentir y darnos un paseo sobre uno de los numerosos Icebergs que el Jan Mayen encuentra a su paso.
Espectacular el campo de icebergs y el color del agua de su deshielo. Deslumbrante.
Rumbo al norte de las Svalbards donde pasaremos los próximos días sobre el hielo. ¡Buenos días!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Cruzando Fran Strait

Martes 24 de mayo de 2011
Inés y yo nos dormimos, llegamos justitas a desayunar.
A las 8:30 se da la orden de bajar la Roseta para tomar las muestras de agua de la estación matutina.
Se nota que nos vamos alejando de costa y acercando a zona de hielo marino, hay más movimiento en el barco.
Preparamos todo lo que necesitamos para muestrear nuestro experimento cuando esté montado pero el día finaliza sin alcanzar la profundidad necesaria bajo el barco que nuestro ensayo requiere para asegurarnos que cogemos agua de salida del océano glacial Ártico y no la cálida de entrada del Atlántico.
Salimos a Proa y Popa a la voz de Oso Polar y a lo lejos, en la lámina de hielo se ve el chulo caminar de un oso que incluso desde un barco enorme y alejado aparenta ser gigante.
Después de cenar la voz es ¡Ballena a Proa!, y allí que vamos todos (yo en pijama y cortavientos) a ver el calmado “respirar” de la/s ballena/s. Vemos por el chorro que expulsan de manera casi coreografiada que se acaban alejando; no extraña, pues su velocidad de nado es el doble que la de crucero de nuestro barco (que de media suelo rondar los 12 nudos).
A las 19h nos reunimos todos en la Sala de Instrumentos; me doy cuenta de que hace días que no me siento más de 10 minutos en un sofá. Después vuelta al trabajo, cena, últimos detalles para que mañana, cuando si todo va bien por fin hagamos el Set Up de nuestro experimento, todo este Ready to go!
Un último quebradero de cabeza nos mantiene a Johnna, Inés y a mí en los sofás del salón del Jan Mayen, bajo el Sol de Medianoche, dando vueltas a las posibles soluciones hasta ahora.
No sé cuándo podré volver a enviar noticias pero la pena es no poder cargar alguna foto. Pues, esto es alucinante, bello, sorprendente, cambiante, luminoso, enigmático y mucho más.
Trabajando mucho pero intentando disfrutar la experiencia y descubrir un bello glaciar tras el ojo de buey de algún laboratorio.
Tendría mucho más contar pero desde el Estrecho de Fram, rumbo noroeste: ¡Buenas noches! (Otro día de escasas horas bajo el edredón nórdico del camarote)
Nota: no hace tanto frío como esperaba, aún así me intento cuidar en todo lo posible. Estoy bien; feliz disfrutando este viaje único que a pesar del trabajo va Viento en Popa.
Los periodistas que están aquí codo con codo con nosotros “los científicos” están subiendo fotos y comentarios en las webs que comente y en El Mundo digital (blog), y CSIC Comunicación (Facebook y Twitter), para el que le apetezca acercarse a nosotros virtualmente.
   


No he podido actualizar por falta de tiempo, que no de comunicación; pero me he dedicado a ir escribiendo unas notas todos los días para no perder la oportunidad de tener un diario con lo mejor de la experiencia... ¡Ahí va!

Sábado 21 de mayo de 2011
6:15. Suena el despertador. Zombie me dirijo al Aeropuerto. Me despido sin ni siquiera enterarme que estoy despierta y mucho menos me doy cuenta de que voy camino del Ártico.
Más de 8 horas y media de vuelo después, habiendo pisado tierra en Frankfurt (21 ºC), Oslo (15 ºC) y Tromsø (11 ºC) llegamos a Longyearbyen (-1 ºC).
Si ya el aterrizaje en Tromsø vaticinaba la belleza de las regiones nórdicas más septentrionales la llegada a Longyearbyen nos descubrió un entorno espectacular. El avión recorrió los últimos metros entre fiordos (algo así como el Greenfjiord en noruego y una mini base rusa nos dan la bienvenida) y tomó tierra.
A las 11 de la noche ya habíamos comido un wok de ballena y habíamos fotografiado un zorro ártico desde la ventana del restaurante Tailandés, si si Tailandés, del hotel en el que nos encontramos, ¡parece una larga cabaña inüit! Decorado con pieles, osos y zorros árticos de mentira.
Por la noche, noche porque eran cerca de las 12 pero no por oscuridad, aquí en esta época esa palabra ya no existe (24 horas diarias de pleno sol que se mueve dibujando un círculo casi perfecto en el cielo); pues lo dicho con la claridad de la hora de comer (española) y encontrándonos con los lugareños y turistas que a esas horas se dirigían a descubrir el ambiente nocturno de los bares longyearbyeneses dimos un paseo para reconocer el terreno e ir buscando un posible sitio de muestreo para nuestro experimento (pues necesitamos agua de deshielo de un glaciar que transporte materia orgánica y no es fácil encontrar todavía en primavera agua de escorrentía).
Inés y yo caímos rendidas en nuestra habitación de madera bajo la mirada de un oso polar (esta vez también de mentira, nos miraba desde una foto en la pared).
Aquí estamos, el grupo de aventureros dispuestos a descubrir el Círculo Polar Ártico.

Domingo 22 de mayo de 2011
Maletas recogidas y desayuno abundante.
10h: Reunión de científicos. Discusión de los últimos detalles para el desarrollo de la campaña.
12h: sesión de fotos en el barco; desde fuera, desde dentro, desde arriba, desde bodega, desde tierra, desde cubierta...
¡Abordamos el Barco Pirata! en Puerto listo para partir.
Inés y yo descubrimos el camarote 212 en el que viviremos los próximos días; estrecho, a compartir con otra chica y al nivel del hielo (sin ojo de buey) parece que no tuvimos mucha suerte en el reparto pero lo cogeremos cada “noche” con ganas. La parte positiva: que está al lado de uno de los laboratorios en los que trabajaremos.
Siguen siendo desconcertantes las 24 horas de plena luz. El sol “aquí arriba” ilumina de una manera especial.
Parece que parte del material científico no llega a tiempo (fallo de la empresa de transportes), esto va a complicarnos a todos; vamos a tener que rediseñar, reducir y o modificar cosas ingeniándonoslas para sacar a delante nuestros experimentos.
En el río procedente de un glaciar en Longyearbyen muestreamos agua. En el barco amarrado en puerto, grandioso y reluciente, empezamos a montar el laboratorio.
Cena con Inés, Lara, Johnna e Íñigo “los científicos” bajo la atenta mirada de “Rambo”, la noruega que se encarga de darnos de comer y que nos tiene bajo exhaustiva vigilancia.
En el laboratorio hasta las 2:30 pasadas ¡hoy toca dormir poco! Pero ya está casi todo listo para empezar a trabajar mañana. Me quedo deshaciendo parte del equipaje (sólo lo poco que cabe en algún cajón).
En el camarote contiguo hay una sueca y una polaca que nos piden no les encerremos en el baño que compartimos, éstas también nos tienen un poco “marcadas”...’cause we are spanish (always late, speak loud...).
Así que todo el mundo nos deja carteles (don’t unlock the door, push only once for coffee).
De cena una Chouder especiada riquísima y tarta de fresas (como el cuento).
No nos ha  dado tiempo a despedir el puerto de Longyearbyen pues estando en el laboratorio ni nos hemos enterado de que el barco se movía. Desde cubierta se descubren montañas perfectas y nubes de cuento al paso del Jan Mayen; espero que las fotos reflejen bien la infinidad de grisesblancosazulesvioletas... bonitos no, lo siguiente! los fiordos que vamos descubriendo al navegar.
Me temo que para disfrutar las fotografías habrá que esperar a mi regreso a aquellas latitudes, donde por cierto, me entero de refilón de los resultados de las elecciones en España...¡¡¡espero que la Spanish Revolution continue!!!
En tres horas de pie para el desayuno y la primera estación de muestreo.
78,23 Grados Norte. Me voy a dormir. ¡Buenos días!

Lunes 23 de Mayo de 2011
Después del duro día de ayer, con una tarde noche de intenso trabajo, hoy hemos tenido un día también muy completo:
A las 7:30 desayuno, con salmón incluido.
A las 8:20 Inés (una auténtica flower child) y yo ¡hemos muestreado nuestra primera roseta! Yo me encargo de los datos, así que poco a poco me tendré que ir llevando mejor con Hans, el técnico noruego que trabaja en el set de instrumentos y del que dependen las órdenes para las maniobras de la roseta (CTD), por ahora es eso; noruego (frío y un pelín cuadriculado... aunque parece que acabará siendo amable).
Vamos a hacer dos estaciones diarias: en la primera muestreamos Iñigo, Lara, Inés y yo pero en la segunda (por la tarde), sólo nosotras. Hoy ha sido a las 7 pero teóricamente se va a hacer entorno a las 5 de la tarde.
Tras muestrear carbono disuelto (DIC y DOC) a 6 profundidades y fijarlo hemos bajado con el resto de tripulantes a tierra, hemos visitado el pueblo minero ruso abandonado de Pyramiden.
La visita: bajada en la zodiac, pueblo fantasma, una pequeña foca, un glaciar impresionante, minas de carbón, pueblo soviético abandonado. Andamos sobre el hielo y disfrutamos del Ártico a 79 grados norte.
Hemos tenido problemas porque nuestro pedido con las botellas para el experimento no llega así que, ya digo, andamos improvisando soluciones para no quedarnos sin experimento.
Tras la comida nos metemos al laboratorio a seguir ordenando y preparando cosas a la espera de que lleguen nuestras botellas de emergencia: ¡las suplentes! De la universidad de Svalbard (UNIS).
La tarde finaliza con Inés y yo muestreando solas la roseta mientras una periodista polaca nos entrevista in english para un medio noruego. Ya antes Sara, de la Cadena Ser, me había cogido por banda en la sala de instrumentos y me había entrevistado para la radio.
Curioso esto de tomar decisiones sobre las profundidades a las que se toma el agua (hoy las máximas 130 metros por la mañana y 240 por la tarde) y justificarlo…`por la mañana nos interesa flurescencia para el experimento de metabolismo in situ de Lara y por la tarde la representatividad a lo largo del perfil de profundidad.
Cenamos tarde y con prisas con intención de ponernos a lavar las garrafas (nuestras nuevas botellas) y montar los baños de temperatura después pero nos proponen una salida del barco a visitar (Barentsburg), un pueblo ruso y posponemos el trabajo hasta la vuelta al barco...
La huida del Jan Mayen en zodiac (a toda velocidad por el Océano Glacial Ártico) precede al paseo por un curioso pueblo habitado por 400 personas; curioso cuanto menos por sus dibujos en las fachadas, su casa inclinada y sus escaleras de madera interminables.
Lara, Iñigo, Inés y yo decidimos ir un poco “independientes” del grupo. Todos visitamos el museo (cutre-soviético-curioso) y nosotros nos tomamos una cerve en la puerta de lo que allá por tierras castellanas nombraríamos como El Bar del Pueblo… El frío aunque soportable, nos va envolviendo; igual que la risa de cansancio.
Volvemos al barco hacía las 11:30: capuchino con chocolate, cereales y... ¡a trabajar!.
El cansancio y el incipiente movimiento del barco (pues estamos saliendo de la costa de Svalbards hacia el Estrecho de Fram) hacen que me derrame ácido clorhídrico puro por toda la pierna al limpiar la última de la veintena de garrafas que hemos conseguido para poner en marcha el experimento. Suerte de reflejos para asociar cubo-grifo y tirarme de inmediato un cubo de agua por encima del vaquero... no sé si la ropa se salvará; esta vez, por suerte, ¡yo sí!
Odisea para cambiarme y solucionar el incidente... acabo aclarando la ropa en la ducha a falta de encontrar lavadora disponible... mañana se quejarán las vecinas con las que compartimos baño, seguro.
Johnna e Inés en la cubierta de arriba terminan de montar los baños de temperatura y las bombas tiritando de frío. Para mañana trabajo infinito pero por hoy... es suficiente. ¡¡¡Mañana más y mejor!!!
Ya voy descubriendo lo que es el mareillo de a bordo... esto se balancea bastante (pero por ahora, y toco madera, es soportable).

(La referencia de hoy tendrá que esperar que hoy tengo la oportunidad de romper la media de tres horas de sueño diarias y quiero aprovecharla. Por otro lado, me es imposible descargar y subir las espectaculares fotos del Universo Blanco) 

viernes, 20 de mayo de 2011

Rumbo al Norte

A menos de 24 horas de volar con la maleta aún sin terminar y un montón de preguntas sin respuesta me invade la sensación de vértigo, que no miedo. ¿Cómo será aquello?, ¿Conseguiremos cumplir los objetivos que nos proponemos?, ¿Será realmente una gran experiencia?, ¿Sabré “disfrutarlo”?...
No me queda duda que éste es otro de mis little tipping points, los cuales cada vez de manera más frecuente se suceden en mi vida y me precipitan a un abismo cargado de nuevas experiencias y oportunidades.


Por delante sólo tres semanas de viaje para descubrir “El Hielo” a bordo del Jan Mayen; rodeada de gente interesante, con freezing cold outside (como dice la canción), mucho trabajo y fotos por hacer en un entorno vulnerable al Cambio Global, efímero, sorprendente, inhóspito, extremo, lleno de vida y de belleza casi perfecta: el Ártico.


Intuyo que todo lo que pueda imaginar ahora, pronto se quedará corto; se convertirá en una gran vivencia y una colección de recuerdos memorables.


La expedición Arctic Tipping Points (cambios abruptos en el Ártico), en la que participa el CSIC, parte de Longyearbyen (Svalbard) el próximo domingo cuando a la hora de comer se dé por comenzado el denominado Outreach Cruise (Crucero divulgativo) a bordo del buque noruego; después de un sábado de aviones y aeropuertos para casi todos los participantes. En mi caso formo parte del grupo de los denominados “científicos” o “investigadores”; 12 horas me llevarán de Madrid (40 grados latitud Norte) a Longyearbyen (Svalbard) a 78 grados Norte pasando por  Frankfurt, Oslo y Tromsø.
Solo un dato: Svalbard (Noruega) es la región habitada más septentrional de Europa por lo que no hay ocaso entre el 19 de abril y el 23 de agosto, aproximadamente. Viviremos bajo “el sol de medianoche”.


Desconozco si podré enviar “mis sensaciones” con frecuencia y/o facilidad y creo que la dificultad en las comunicaciones (265 kb para 26 participantes) hará que las fotos tengan que esperar a la vuelta para ser mostradas (aunque no dejaré de intentarlo). Entre el 27 y el 30 de mayo recorreremos la Marginal Ice Zone (interfase entre el océano abierto y el helado) a más de 80 grados Norte por lo que estaremos fuera del alcance de los satélites de comunicación (no phone no internet).
A partir del día 5 de junio el grueso de los “expedicionarios” habrán regresado a casa pero mis muestras han de ser medidas en los laboratorios de la Universidad de Tromsø, así que allí, ya en tierra firme, pasaré los últimos días de aventura.
El 9 de junio con la maleta llena de experiencias, imágenes inolvidables, anécdotas y recuerdos volaré de vuelta a casa. Aunque para variar...¡no por mucho tiempo!

Comienza Clara en la Luna...digo: ¡Clara en el Ártico!



Nota: no soy la única que intentará retrasmitir la experiencia. Tengo entendido que habrá un blog diario en Quo internet escrito por una periodista del CSIC que participa en la experiencia http://quoblog.blogs.quo.es/category/cuadernos-de-bitacora/, un blog en el periódico Público narrado por el director de cine Tom Fernández y un blog en El Mundo Digital. Además de reseñas en BBC, la Ser, RNE, El País, televisión digital Indagando, Amazing.es, en la web cadenaser.com y reportajes en revistas de divulgación científica. Se puede encontrar información del proyecto europeo ATP en: http://www.eu-atp.org/ y http://atp.maremacentre.com/