Miércoles 25 de Mayo de 2011
Amanecemos con mucho sueño (como todos los días) y con “un poco” de fuerte marejada que se resume en que a la hora de comer la gran mayoría de los tripulantes ha tenido que tomar Biodramina, dormir o pasar un mal rato de mareos y vaivenes.
Yo soy de las pocas que continúo con el ritmo habitual de trabajo; por suerte y por ahora, la danza del Jan Mayen no me marea, no es que no lo note pero lo sobrellevo sin problemas (grata sorpresa con lo dada que soy yo a las bajadas de tensión matutinas).
El día, cargado de trabajo en el laboratorio, finaliza con nuestro experimento montado en la cubierta más alta de Popa; funcionando aparentemente bien.
Para ello hemos participado en la recogida de agua de cuatro rosetas (2 para las estaciones habituales en las que muestreamos carbono disuelto a distintas profundidades y 2 para obtener agua de mar a 18 metros de profundidad, es decir, por debajo de la Picnoclina (para que haya plancton), para simular las condiciones de descarga de agua de deshielo al Océano Ártico que requiere nuestro experimento).
Hoy, hemos navegado sobre aguas de más de 3000 metros de profundidad; atravesando parcialmente el Estrecho de Fram con rumbo norte-noroeste. Aún no hemos llegado a la “frontera” con la superficie de hielo marino (la Marginal Ice Zone) pero el fin del Set Up de nuestro experimento en cubierta ha coincidido con el momento en el que el Jan Mayen comenzaba a atravesar un campo de Icebergs (bello, dinámico y frágil) entre los que el barco se abría camino “a empujones” sin desviar rumbo ni aminorar la marcha.
Hoy he tomado mis primeras muestras de Calcificación del Océano Ártico; entre otras muchas cosas. Echar tantas horas de laboratorio es lo que tiene de bueno, que coges mucha práctica, agudizas el ingenio para resolver los contratiempos experimentales y aprendes-adquieres grandes conocimientos.
Mañana, acercándonos a los 80 grados Norte (a 10 grados de latitud del centro del Polo Norte), tomaremos un montón de muestras de las 18 botellas que componen el experimento de cubierta; el cual consiste en 2 tratamientos (Carbono Orgánico Disuelto y Temperatura) y 3 réplicas. También haremos otras dos estaciones de muestreo y algunas otras cosas así que me dejo mecer por el barco.
Hoy el frío se ha hecho notar y nos ha calado hasta los huesos. Ahora es la 1:39, ya del jueves 26; me duermo. Fuera está nevando de día sobre un barco noruego que surca un importante océano (el Ártico) observando evidencias de cambios bruscos en un ecosistema extremadamente bello y delicado (si pudiera adjuntar la foto del campo de icebergs bajo nubes grises y radiante sol a las 9:30 de la noche, se percibiría con creces lo efímero y deslumbrante que es el Círculo Polar).
Jueves 26 de Mayo de 2011
Experimento en funcionamiento. Mientras muestreamos los tres tanques de temperatura instalados en cubierta aparece un bebe foca a saludarnos. Corre el aire y la jeringa de muestreo decide fallar para que disfrutemos la congelación. Por suerte somos cuatro muestreando (Lara, Johnna, Inés y yo) así que pronto volvemos al cálido laboratorio a seguir trabajando allí.
Por la tarde he sido la encargada de decidir a que profundidades cogía agua la roseta, que ha bajado hasta 2000 metros trayéndonos de allí y de toda la columna de agua muestras de 5 litros a distintas profundidades.
A pesar del trabajo y de una reunión un tanto estresante en el puente de mandos después de cenar (en la cual hemos estado concretando detalles de la segunda campaña en la que embarcaré con Inés y un montón de científicos noruegos y estadounidenses el próximo mes) el día ha merecido la pena. Ahora ha salido el sol después de neviznar todo el día pero sin duda lo mejor de todo ha sido bajar en grúa desde el barco para hacernos fotos, sentir y darnos un paseo sobre uno de los numerosos Icebergs que el Jan Mayen encuentra a su paso.
Espectacular el campo de icebergs y el color del agua de su deshielo. Deslumbrante.
Rumbo al norte de las Svalbards donde pasaremos los próximos días sobre el hielo. ¡Buenos días!
Muchísimas gracias Clara por compartir tu aventura ártica con todos nosotros! Es un placer inmenso seguir tus peripecias. Estoy deseando ver el álbum que estás haciendo. También me encantaría encontrarte en algún momento y que me contaras en persona de la experiencia. De verdad que un millón de gracias!
ResponderEliminarPazita
¡Cuidado con los resbalones!
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