Despertamos a las 7:30. Por la megafonía anuncian viento de 25 nudos y temperatura de 10 °C bajo cero. El barco nos zarandea. Hemos cogido ya práctica en desplazarnos bajo estas condiciones, así que, ducha, desayuno y a comenzar un nuevo día.
Nos encontramos cruzando el Pasaje de Drake dirección norte; estas aguas, que separan el Atlántico del Pacífico y tantas dificultades causaron a los primeros navegantes y exploradores en el pasado, son ahora nuestro hogar, por un par de días.
A las 10:00, Martin nos da una charla en la sala multimedia sobre el hielo antártico:
El 70 % del agua dulce del planeta está en la Antártida (es el mayor reservorio de agua dulce del planeta).
La nieve refleja el 98% de la energía que recibe -> sin el albedo de la Antártida la temperatura global del planeta sería 5 °C más.
500.000-1.000.000 años es la edad máxima de la nieve-hielo acumulada sobre el continente antártico.
Existe movimiento de nieve desde el centro de la Antártida a los extremos, la costa, a una velocidad de 5 m/año -> glaciares.
Las capas inferiores pasan a ser agua por presión de las capas acumuladas sobre ellas y eso favorece que fluyan las capas superiores del hielo-nieve hacia las costas.
Los icebergs son trozos desprendidos de hielo (agua dulce) de las placas de hielo marino antártico.
El espesor máximo de hielo es casi 5 km. La media de espesor de hielo marino es 2048 m.
La montaña más alta de la Antártida mide aproximadamente 5000 m. Se encuentra en las montañas transantárticas.
El peso del hielo-nieve acumulado sobre la Antártida hace que la placa de litosfera continental esté hundida (rebote isostático).
Existe gran importancia del papel de la Antártida en la corriente termohalina; convergencia antártica: es el lugar donde se encuentra el agua salada de los océanos (más caliente) con el agua fría y más dulce procedente de la Antártida -> se produce intercambio de energía -> hundimiento del agua-> Movimiento de nutrientes con el que se acompasan los ciclos de muchos de los animales.
La nieve antártica tiene importante función como regulador de temperatura y de nutrientes global.
El hielo marino tiene formación estacional a veces placas de 15-20 m de espesor se forma en tan solo un año. Otra función del hielo marino es ser superficie de descanso para mamíferos (focas).
Al congelarse el agua de mar y formar el hielo marino se congela el agua y la sal es expulsada hacia abajo, hacia el agua, formando canales que son aprovechados por fito y zooplancton -> favorecen la alimentación del Krill (que se alimenta de fitoplancton).
El Pingüino Adelia se alimenta de los primeros estadios del ciclo del Krill “ etapas jóvenes de Krill” que viven bajo hielo de mar.
Como el hielo del mar antártico está cada vez más al sur en verano en la zona oeste de la Antártida, los pingüinos Adelia han emigrado ya por el calentamiento climático hacia el sur en el oeste antártico.
Hay dos grandes placas (Ice Sheet) de hielo marino (flota sobre océano), la de Ross y la de Ronne, que están perdiendo grandes trozos de hielo en los últimos años. La Placa Ross tiene un espesor de hasta 100 m de hielo sobre la superficie del mar y un ancho de 250 km. Los icebergs que se desprenden de las placas de hielo siguen las corrientes circumpolares de aire (y agua), en el sentido de las agujas del reloj si miras desde arriba.
En nieve poco densa hay seis veces más de hielo por debajo de la superficie del mar que por arriba. En hielos más denso o compactados hay nueve veces más de hielo bajo la superficie del agua. Por debajo, en zona sumergida, las formas del hielo son irregulares.
El 2 % de luz que el hielo puro no refleja es en las bandas del ultravioleta y el azul, por eso se ve azulado el hielo cuando en él hay una cavidad.
Los icebergs son erosionados por las olas, y en ellos se ven los niveles de las mareas (alta y baja).
Existe hielo verde que se creía que se formaba cuando el fitoplancton muerto quedaba adherido a la parte inferior de la placa de hielo marino, así forma con el hielo cristales de hielo verde. Esto es un reservorio de materia orgánica que a veces puede tener miles de años. Sin embargo, ahora se sabe que el color verde en el hielo es por su alta concentración en partículas de hierro, que fueron arrastrados y extraídos de la roca, mientras el glaciar del que provenía el iceberg avanzaba.
El hielo más azul en los icebergs es hielo más antiguo que ha sido más compactado y ha perdido las partículas de aire que almacenaba absorbiendo así más energía en las bandas del azul y el ultravioleta.
Existe hielo rojo por acumulación de óxidos de hierro.
A las 11:00, cuando acaba la charla de Martín, fuera nieva.
Martín nos ha dado algunas informaciones que no son científicamente correctas y eso hace que Nacho, Pau y yo tengamos nuestra propia charla sobre hielo, circulación termohalina y cambio climático durante más de media hora.
Nos sorprende que no se haya mencionado apenas el cambio climático en todas las charlas que llevamos. Hubiera sido bueno oportunidad para concienciar e informar al público (los pasajeros del Ushuaia) del reto, al que, como ciudadanos nos enfrentamos, la emergencia climática.
El personal del barco es en general muy majo. En el comedor nos atienden todos los días Paulo, Luis y Juan. Los tres son amables y simpáticos. Siempre con una sonrisa.
Juan es el maître, es un crack, nos alucina la cantidad de platos que es capaz de llevar a la vez, independientemente de lo fuerte que sea el zarandeo del barco. Ha trabajado en nueve barcos diferentes. Estudió para chef en el Cordon Bleu de Lima, trabajó en un prestigioso restaurante de Nueva York y ahora está aquí, como él dice, de mesero del Ushuaia. Tiene todo controlado en cada momento, alergias, dietas especiales… Es un auténtico profesional.
Paulo es brasileño, apenas habla castellano, pero tiene una sonrisa simpatiquísimo constante y un Smiley en la solapa de su polo.
Luis nos conoce a la perfección y siempre es fácil intercambiar con él alguna broma.
También es muy profesional Leo, el principal barman, que hace las veces de barbero-peluquero en el barco, luce cresta y tatus y tiene muy buen gusto musical (rock).
Son muy amables también el chico que nos hace la habitación, Miguel, siempre pendiente, y Gerónimo (al que llamamos Stilton por el personaje en forma de roedor de la literatura infantil), que es camarero junto a Leo y también hace tareas administrativas.
Octavia es la pastelera, que en su oficio es absolutamente excepcional; por la calidad podría ser chef de repostería en cualquiera de los mejores restaurantes del mundo. Y lo opino yo que no soy muy de dulces. Su pareja es el ayudante de cocina, que tiene como hobby tocar la trompeta. Ayer le escuchamos practicar en bodegas cuando volvimos del último desembarco.
Es un gran mérito a reconocer la variedad y calidad de la comida en el barco. Llevamos una semana y no se ha repetido ni un plato, todo bastante sano y elaborado.
En el puente de mando del barco, hemos conocido a dos de los tres oficiales y al capitán, Sergio. Juan, el tercer oficial de este viaje (en otros ejerce como segundo oficial) y Sergio han sido muy amables con nosotros cuando hemos pasado de visita. Siempre hemos entablado con ellos buena conversación. a Juan le gusta el flamenco, me quedé con ganas de saber el título de la canción española que escuchaba el primer día que le conocimos. Revisando los vídeos resulta que hice uno en el puente mientras sonaba “Sale el Sol en el Bajo A” de Javi Medina.
En los desembarcos, hemos conocido a varios marineros, que entre otras cosas manejan las zódiacs con mucha pericia, y a Pablo, el que parece el jefe de los marineros, que además de amabilidad tiene unos ojos de un azul clarísimo fascinante.
Antes y durante la comida de hoy, el barco se ha movido bastante, por ello, muchos de los pasajeros se encuentran en sus guaridas (camarotes) y solo salen para ir al comedor. El salón está más tranquilo que lo habitual. Incluso hay pasajeros que no acuden a las comidas y Fabián les lleva a su camarote algunas viandas. Nosotros nos encontramos bien y seguimos haciendo vida normal.
Es la una y media de la tarde del 17 de diciembre de 2023, y nos encontramos rodeados de agua por los cuatro costados del buque atravesando el Pasaje de Drake. A medio camino entre la Península Antártica y el Cabo de Hornos. A nuestra derecha (estribor), el Océano Atlántico, a nuestra izquierda (babor), el Pacífico.
Adrián (Adro), uno de los guías, lleva siempre camisetas muy chulas. La de hoy tiene por delante un dibujo de la tierra y la luna vistas desde el espacio unidas por una cuerda recorrida por un equilibrista. En la parte de la espalda, un mensaje en argentino: “Equilibrio es pensar exactamente lo que decís y sentís plenamente lo que hacés”.
Asistimos a otra de las charlas del barco, debía ser Mónica, la jefa de expedición, la que nos la diera, pero sin explicación, cambian el plan; Mónica no aparece y es Lucía quien vuelve para seguir hablando del Tratado Antártico (ya nos dio una charla hace unos días).
Lucía es de esas personas que habla mucho sin decir nada, repitiendo una y otra vez la misma idea y llenando el mensaje de palabras o frases vacías. Tiene formación en ciencias políticas, pero a pesar de su amabilidad puede decirse que su ignorancia es demasiado atrevida. Y tiene la mala suerte de haber dado con nosotras, Pau y yo, que no le pasamos por alto las patadas que da en temas de cooperación internacional-Naciones Unidas (Pau) y teledetección y cambio climático (yo).
Tras la charla subimos a la cubierta superior del barco, grabo mi vídeo diario (cada día desde que nos embarcamos he grabado un pequeño vídeo ¿será éste el comienzo de una influencer? No lo creo.)
También hacemos un poco de ejercicio, por lo menos de estirar las piernas, recorriendo la cubierta superior de un extremo a otro (tipo patio de la cárcel) y luego bajamos al puente de mando, desde donde avistamos el chorro de una ballena.
Cena, infusión en los sofás del Living Room y un rato más de lectura. Hoy parece que el tiempo no pasa. Son las 21:00, y estamos a 58° 13,2’ S 64° 50,05’ W. Aún no hemos llegado a la mitad del Pasaje de Drake.
Termino de leer la “Interpretación de los sueños” de Freud a las 22:15.
El ambiente en el bar es distendido pero nosotros preferimos descansar. No nos parece buena idea mezclar el movimiento del barco con el alcohol ni que se nos junten resacas.
Mañana es nuestro último día de navegación a bordo del Ushuaia.
Video-diario 17 Dic Toma 1
Video-diario 17 Dic Toma 2
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