Todo esto, “En La Luna”, surgió en 2011 como un lugar en el que relatar, a diario, mi viaje como científica al océano Ártico. Durante las dos campañas oceanográficas en las que participé fui narrando el día a día y subiéndolo a un blog que apenas tuvo una decena de seguidores, pero al que he vuelto en numerosas ocasiones para rememorar la excepcional experiencia que fue trabajar en el Polo Norte…
A la vuelta del Ártico, “En La Luna” se convirtió en el lugar en el que desarrollar la creatividad, escribir, narrar, hacer denuncia social, rendir tributo, cicatrizar, agradecer… Y se ramificó, creció, convirtiéndose en la raíz de lo que son hoy mis redes sociales.
Desde que volví del Ártico tuve claro que algún día, más pronto que tarde, viajaría a sus antípodas y conocería el Polo Sur. La idea empezó a tomar forma con dos hechos: la promesa que surgió en mi 30 cumpleaños, unos años después de volver enamorada del hielo, las formas, la luz y la biosfera polar; cuando mi hermana aseguró que antes de cumplir 40 pisaríamos juntas el polo contrario, la Antártida. y un homenaje a la herencia de la maravillosa abuela Lili, que, irónicamente, se echaba las manos a la cabeza cada vez que se enteraba que veníamos de lejos. Pues, dicho y hecho, con casi 4 años de margen respecto al deadline de la promesa, en diciembre de 2023, nos embarcamos para cumplirla.
A diferencia de aquella primera vez en el Ártico, el viaje que hoy comienzo a narrar no está sucediendo en tiempo real, sino que va con un año de retraso. Pues en su momento lo escribí en cuaderno, en lugar de a ordenador por la inconveniencia de pasear el portátil por los diferentes aeropuertos de Argentina y por la incomunicación, estuvimos días enteros sin internet. Además, ese manuscrito en cuaderno verde no lo transcribí hasta este verano, cuando pude sacar tiempo. Así que, puede decirse que ésta es ya la tercera o la cuarta vez que rememoro el viaje a la Antártida que realicé en diciembre de 2023. Para compensar la dilación y adaptarme a los tiempos, cada entrada va acompañada de, al menos, un video-diario de ese día (a veces hay dos tomas, he colgado las dos), que hice inspirándome en uno de los únicos videos que conservo de aquel primer viaje al Polo Norte. Al ser éste inicio de todo, lo subo en este primer post para abrir boca y para dar al viaje al Polo Sur el contexto que tiene.
Puesto que en su día fui concienzuda subiendo a Instagram fotos del hielo, los animales y nosotros en la Antártida, he decidido no subir ninguna a este diario. Sin embargo, espero que disfrutéis este cuaderno de bitácora antártico tanto como yo.
Gracias a Pau y Nacho por prestarse a participar y por compartir esta gran aventura.
¡Comenzamos!
Video realizado en el Océano Ártico en 2011
💙rosarioug
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