Viernes 03 de Junio de 2011
Las once. ¡Nos hemos dormido! Ya el día comienza con el estrés de haber perdido horas de trabajo pero necesitábamos dormir.
La jornada: muchas horas de frío muestreando en cubierta, el frío y las ganas de abstraernos durante el muestreo agudizan el ingenio; creamos un rap... Bueno, El Rap, que como no podía ser de otra manera titulamos ¿Pero qué estás midiendo? Los pareados se suceden y evocamos los mejores momentos de la travesía al tiempo que sacamos agua de las dieciocho botellas que forman nuestro experimento.
Un total de más de doscientas muestras después ya es hora de bajar a los laboratorios entonces comienza una larga tarde-noche-madrugada de calcificación infinita, que no significa más que una bomba a la que no le da la gana de favorecer la velocidad de filtración de las muestras de agua en las que hemos inoculado carbono catorce. ¡Que desesperación!
El barco se mueve, ya no danza sino que nos sacude en su interior. Así que llega el Mareo y la biodramina no es suficiente. A las dos de la mañana y con Hans bloqueando el escaso aire que entraba por la puerta del laboratorio de isótopos mi voluntad es doblegada por el malestar físico. Dos horas de “descanso” en el camarote soñando con la tormenta perfecta. No sé si me despierto mucho mejor. Son las cuatro de la madrugada: ¡Vuelta al trabajo!
Mientras yo semideliraba en el camarote Johnna e Inés avanzaban mi trabajo ¡Gracias chicas! A la vuelta preparo Ácido fosfórico aún con los ojos entornados (por suerte sin incidentes) y continúa el trabajo en equipo.
El sacudir de las olas y el cansancio nos va mermando las fuerzas. Son las cinco de la mañana, nos disponemos a dormir y según los marineros aún no nos hemos adentrado en el temporal...
Sábado 04 de Junio de 2011
El día de la gran recogida llegó la falta de positivismo y la mala mar fue en aumento.
Aún no habíamos entrado en el sueño profundo cuando la embestida del oleaje contra el Jan Mayen empezó a hacerse notar con fuerza. Armarios que se abrían y cerraban de golpe a pesar de cerrarlos con llave, geles y pastas de dientes golpeando contra el suelo de los baños, incluso algún tripulante caía de su cama al suelo en medio del zarandeo.
El transcurrir de la noche no favorece el descanso. Por la mañana somos pocos los que nos aventuramos a levantarnos arriesgándonos todavía a ir chocando contra puertas, mesas y armarios. Es difícil comenzar a recoger a bordo, así que impera el descanso y el deambular hasta después de comer; cuando no hay más remedio, pues el tiempo apremia, que empezar a llenar baúles con todos los trastos, chismes y cacharrímetros. No es fácil. Me siento agotada y con pocas ganas de seguir por estas tierras, bueno, mares...
Domingo 05 de Junio de 2011
El sábado se convierte en domingo sin previo aviso. Seguimos con la intensa recogida, a partir de la hora de la cena ya está el mar más calmado, pero el trabajo nos mantiene sin dormir, empaquetando, cargando, limpiando... moviendo trastos de un lado a otro. Hacia las dos el barco llega a puerto en Tromsø, tras un último recorrido a través de fiordos.
A las 4:30 de la madrugada con los baúles y las maletas hechas y tras una reconfortante ducha los sofás del salón del Jan Mayen nos acogen, hace frío a pesar de acurrucarse. Las 6:45, es la hora de la despedida. Inés, Lara e Iñigo se montan en un taxi camino del aeropuerto. Esta noche dormirán en Palma (no puedo más que envidiarlos, pues me encantaría teletrasportarme y sentir el calor y el bienestar de casa, ver la tormenta que dicen cae sobre Madrid desde los grandes ventanales del hogar que añoro).
Otra minisiesta de sofá, son las 9 de la mañana, Johnna y yo desembarcamos. Nos dirigimos a la Universidad de Tromsø, donde pasaré los próximos días midiendo mis muestras. Es un edificio de contrastres: frío y feo por fuera y cálido, luminoso y bello por dentro.
A las 11 de la mañana llegamos a la mansión de Paul ¡es hora de dormir! Con infinito agotamiento, añorando todo, deseando estar allí, sin ver demasiada luz a pesar de que aquí no se haga de noche...
Son las 17:30, me despierto desorientada. ¡Por fin me comunico! Agradezco los ánimos de los que me apoyan. Desearía estar allí. Pero es mejor no alimentar el deseo de huir; comienzo a organizar, papeles, documentos y cabeza, en cuatro días estaré en casa.
Cuando Johnna se despierta vamos en busca de comida, descubrir Tromsø se convierte en un largo camino colina arriba-colina abajo y lo mismo de vuelta tras comprar unos escasos y caros víveres en Ema, la única tiendecilla abierta en domingo.
Tromsø parece bonito, no hace demasiado frío, las montañas que lo rodean tienen sus cumbres blancas pero se notas que ha llegado la primavera, que sin duda aquí arriba (a estas latitudes, norte de la península escandinava) es bien diferente de la que acostumbramos a disfrutar en nuestra península.
Con el deseo y el añoro de lo que me pertenece (en el recuerdo) y con la sensación de frío y extrañamiento que me produce lo nórdico me voy a dormir. Con algo más de ánimo tras el paseo y el estómago menos vacío. Hasta mañana.
Animo Clara. No pienses en días, ya puedes pensar en horas..es normal que el cansancio entorpezca el positivismo, más aún después de tanto trabajo y tantas olas, pero piensa que en "na' y menos" lo nórdico cambiará por lo seguntino, las comidas extrañas por los guisos de papi, los cereales a 7€ por el bollo de Lily (de valor incalculable), el gorro finés por el chubasquero (por ahora..aunque puede que para cuando aterrices se convierta en sandalias), etc. Te mando energia a ver si te vas a quedar entre colina y colina! Muaaaa
ResponderEliminarClerrr!! Justo le digo a tu tía: "menos mal que te has ido a Sigüenza y ya no lees a Clara porque está agotada".Bueno, pues me ha hecho leerte por teléfono!! Solo decía: ay!mi pobre, ay!mi pobre...Estamos todos deseando de pegarte un achuchón y de que nos cuentes toditooo!
ResponderEliminarMira a ver si te puedes meter una foquita en la maleta ^^ ME ENCANTARÍA!!! bsitos********
Muchas gracias por los ánimos, entre eso, haber dormido un poco y que mañana tengo un día de vacaciones (alone pero vacaciones en Tromsø city) ¡ha vuelto un poco el ánimo y el positivismo a mi ser! Que no digo yo que vaya a rechazar esos besazos, achuchones y demás, que aquí las foquitas son adorables pero la Norway people es un poco fría y llevo ya tiempo pensando en un buen abrazo de esos que abrigan el alma!!! Muchas gracias y muchísimos besos Pau&Carliti decidle a vuestras respectivas madres que estoy bien. Disfrutaré descubriendo Tromsø y en un par de días la maleta hecha y back home!
ResponderEliminarClaris!!! Un besazo fuertísimo desde Londres, de una que aunque lo pase bien también se añora de casita (y menos mal que tenemos a quién echar de menos, que eso nos hace humanos).
ResponderEliminar***
Claro que sí Quimis!!! Un abrazo cálido desde tierras frías!!!
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